Oye, Partido Demócrata, los latinos te enviaron un mensaje. ¿Lo recibiste?

El expresidente, y ahora también futuro presidente, Donald Trump ha establecido la marca más alta en cuanto al apoyo latino para un candidato presidencial republicano.

Primero, algo de contexto. El número mágico es “40” — es decir, 40%. Ese es el umbral sagrado para ingresar al Salón de la Fama, que hasta esta semana solo tenía dos miembros: Ronald Reagan, quien obtuvo el 40% del voto latino en 1984, y George W. Bush, quien obtuvo el 44% en 2004. Estas cosas parecen seguir ciclos de 20 años. Este año, en 2024, según las encuestas a boca de urna de NBC News, Trump arrasó y obtuvo el 45% del voto latino.

La vicepresidenta Kamala Harris nunca tuvo oportunidad. En pocas palabras, no supo lo que le ocurrió.

Por mi parte, no vi esto venir. Ofrezco el primer mea culpa. Durante semanas, había estado prediciendo que Trump obtendría el 40%. Pero el 45% estaba más allá de mi imaginación. Siempre que el nombre de Donald Trump aparece en la boleta, subestimo su atractivo para los latinos. Él mejora constantemente su rendimiento. En 2016, según las encuestas a boca de urna, Trump obtuvo el 28% del voto latino. En 2020, obtuvo el 32%. Y ahora, en 2024, es el 45%.

Sí, este es el mismo Donald Trump que ha estado insultando a los latinos — de su propia boca y a través de sus sustitutos — desde que descendió por la escalera en Trump Tower en junio de 2015 y comenzó un increíble viaje que desafió a los medios, manchó al Partido Republicano y redefinió el sistema político en este país.

Este es el mismo Donald Trump que calumnió a los inmigrantes mexicanos como violadores, criminales y narcotraficantes, y prometió — tanto en 2016 como este año — deportaciones masivas de inmigrantes indocumentados.

Este es el mismo Donald Trump que despectivamente lanzó toallas de papel a los puertorriqueños después de que el huracán María devastara la isla y amenazó con vender Puerto Rico como un activo deprimido.

¿Y Donald Trump obtuvo el 45% del voto latino? Lo creo. Trump lo hizo bien con todas las diversas tribus. Ganó con los mexicoamericanos en el sur de Texas, con los puertorriqueños en el este de Pensilvania y con los cubanoamericanos en el sur de Florida. Según las encuestas a boca de urna de CNN, el 66% de los latinos que votaron por Trump dijeron que la economía era su principal preocupación.

Al momento en que se presenta esta columna, Arizona y Nevada aún no han completado el proceso de conteo de votos. Pero Trump lidera el conteo en ambos estados. Los latinos representan el 21% del electorado en Nevada y el 25% del electorado en Arizona. Un republicano no lidera en esos estados sin haber hecho avances serios con los votantes latinos.

Eso es parte del mensaje, y se escuchó claro y fuerte. La minoría más grande de Estados Unidos — que ahora representa 1 de cada 5 estadounidenses y una gran parte del electorado en siete estados clave — ha abandonado la hacienda liberal. Y, al irse, la quemaron hasta los cimientos.

En cuanto al mensaje en sí, aquí están los tres titulares:

1.Los latinos de Trump están cansados de ser ignorados y dados por sentados por los candidatos demócratas que piensan que pueden simplemente asustarlos para que no voten por los republicanos mientras hacen un esfuerzo mínimo para mantener su apoyo.

2.No les gusta el racismo ni el nativismo, pero hay otro “ismo” con el que tampoco están de acuerdo: el elitismo. Están cansados de ser menospreciados por el Partido Demócrata y por los comentaristas de los medios liberales, solo porque muchos de ellos pertenecen a la clase trabajadora y no fueron a la universidad.

3.Les importan los temas más allá de la inmigración, y no creen realmente que Trump cumpla con las deportaciones masivas. Y aunque cumpliera esa promesa, probablemente no alcanzaría el número de deportaciones realizadas por un demócrata: Barack Obama.

Por supuesto, demócratas, nadie puede obligarlos a escuchar el mensaje. Esa no es su fortaleza. Muchos demócratas — especialmente los liberales blancos — son demasiado arrogantes y condescendientes como para imaginar siquiera la posibilidad de que podrían estar equivocados sobre por qué las personas de color hacen lo que hacen. En mi experiencia, los demócratas quieren darles a los latinos todos los derechos bajo el sol, excepto el derecho a pensar por nosotros mismos.

Como un latino que nunca votó por Trump, este no es mi mensaje. Pero estoy de acuerdo con gran parte de él. Los demócratas tienen que asumir la culpa de lo que ocurrió.

En los próximos días, escucharás mucha tontería sobre el voto latino en esta elección.

Recuerda esto: Trump no ganó casi la mitad del voto latino. Harris lo regaló.

Navarrette, residente de Carlsbad, escribe una columna sindicada para Creators Syndicate. Correo electrónico: crimscribe@icloud.com

Original Story

Latinos sent a message to Democrats: Don’t take us for granted